Jengibre: tratamiento para gripes y resfriados

04.10.2015 16:22

 

En ocasiones, al consumir plantas naturales nos surgen dudas sobre si éstas tendrán algún efecto negativo, cómo debemos prepararlas o qué cantidad es la adecuada. A continuación, explicamos de manera concisa las indicaciones, contraindicaciones, modo de uso y dosis de la raíz fresca del jengibre. 

Pues bien, aunque en Europa parece bastante reciente la generalización del uso de jengibre ya sea la raíz fresca de la planta, polvo seco, tintura, aceite esencial o cápsulas; el jengibre es un tubérculo originario del sudeste asiático, que cuenta con una larga trayectoria de uso terapéutico en los sistemas médicos tradicionales de China, Japón, India y Tíbet.

 

El jengibre en la Medicina Tradicional China.

Dejando a un lado, las diversas formas en las que puede prepararse el jengibre y sus posibles combinaciones con otras sustancias, el jengibre es clasificado según la Medicina Tradicional China en fresco y seco.

El jengibre fresco (Sheng Jiang) sería la raíz fresca de la planta y tiene 2 características principales: por un lado, es una planta de naturaleza tibia y, por tanto, calienta el organismo; y, por otro lado, es de sabor picante, lo que confiere al jengibre un efecto diaforético, es decir,  promueve la sudoración.

Su uso terapéutico se limita al ámbito de los cuadros agudos, es decir, enfermedades que se manifiestan de forma repentina con síntomas severos. En el caso del jengibre, nos referimos a gripes, resfriados, bronquitis, todas ellas en sus primeros estadíos,  cuando cursan con mucosidad y tos y aún no hay ni fiebre ni dolor de garganta; y también a trastornos estomacales tales como gastritis, abdominalgia, diarrea, vómitos… Además, tiene un efecto detoxificador cuando se han ingerido sustancias tóxicas o alimentos en mal estado.

El jengibre seco (Gan Jiang) sería la raíz de la planta sometida a un proceso de secado y es de naturaleza caliente, por tanto, produce un efecto calentador sobre el organismo aún más potente que el jegibre fresco.

No se emplea en síndromes agudos sino en cuadros crónicos, es decir, enfermedades con una evolución lenta y gradual y unos síntomas más benignos. Está especialmente indicada en patologías que cursan con dolor tales como artritis reumatoide y también en menstruaciones dolorosas.

 

El jengibre desde el punto de vista científico.

El análisis bioquímico de la planta revela la presencia ácidos glutamínico, ascórbico y linoleico, aminoácidos, minerales (cobalto, manganeso, zinc y fósforo) y fibra. Además de estos nutrientes, el jengibre es rico en diversos aceites esenciales, que son los que le darían su valor medicinal.

Algunos de los posibles usos terapéuticos del jengibre son:

  • Es un poderoso antibiótico: previene y alivia la gripe, los resfriados, los problemas de garganta y cualquier infección de las vías respiratorias altas (sinusitis, rinitis, faringitis, laringitis...).  
  • Mejora la tos, ayuda a disminuir la mucosidad y a expectorar.
  • Es antioxidante, lucha contra el envejecimiento prematuro, mantiene la piel y el organismo en general más joven. 
  • Es analgésico y antiinflamatorio. El jengibre tiene la capacidad de bloquear la producción de prostaglandinas, unas sustancias que actúan como precursoras de la inflamación en enfermedades tales como migrañas, artritis reumatoide, osteoartritis crónicas, enfermedades musculares…. Además, puede ayudar a disminuir la hinchazón tras golpes o accidente. También es útil en gastritis producida por el consumo de alcohol o fármacos.
  • Es antiespasmódico, por tanto puede aliviar el dolor menstrual.
  • Mejora la digestión, ya que estimula los jugos gástricos, ayuda en la producción de enzimas pancreáticas y tonifica la musculatura intestinal, facilitando el transporte de sustancias, disminuyendo la irritación de las paredes intestinales y favoreciendo la eliminación de deshechos. Por tanto, puede ser útil en el tratamiento de problemas digestivos como gases, hinchazón abdominal, pesadez, dispepsia, colon irritable, diarreas, vómitos...
  • Es protector hepático. El jengibre es colagogo ya que facilita la secreción de bilis y alivia los síntomas de hinchazón, acidez y flatulencias.
  • Es depurativo. Ayuda a contrarrestar la toxicidad de otras plantas y además ayuda a su eliminación puesto que favorece la sudoración. También es útil cuando se consumen alimentos en mal estado o con componentes tóxicos tales como pescados o marisco o ciertas plantas.
  • Hipolipemiante: disminuye las grasas en sangre, por lo que combate la arteriosclerosis y es muy beneficioso para quienes tienen el colesterol alto.
  • Hipoglicemiante: el jengibre no solo mejora el metabolismo de la grasas sino tambien el de los hidratos de carbono. Los mecanismos que subyacen a esta acción se asocian con la liberación de insulina y la disminución de los niveles de glucosa, por lo que podría ser beneficioso en el tratamiento de la diabetes tipo II.
  • Activa la circulación: el jengibre mejora la circulación al dilatar los vasos sanguíneos y además evita la adhesión de plaquetas. Esto unido a su función de disminuir el colesterol lo hacen un aliado en la reducción del riesgo de arterioesclerosis.
  • Aumenta la temperatura corporal. Su acción dilatadora de los vasos sanguíneos mejora la circulación y la sensación de calor corporal al verse incrementada la circulación por lo que es útil para luchar contra el enfriamiento. Esto además estimula el metabolismo aumentando el gasto de energía y la oxidación de las grasas.
  • Se le atribuyen propiedades anticancerígenas. El jengibre puede luchar contra algunas células cancerosas, y dificulta la creación de los nuevos vasos sanguíneos que se necesitan para alimentar el tumor.
  • Tradicionalmente se ha usado el jengibre para tratar las nauseas de embarazadas pero actualmente se utiliza también para las nauseas y vómitos de tratamientos agresivos contra el cáncer o postcirugía. Además previene el mareo en los viajes.
  • Actúa como modelador de la serotonina, por tanto reduce el apetito y aumenta la sensación de saciedad.
  • Ayuda a adelgazar. Debido a que el jengibre puede reducir la inflamación, incidir en la sensibilidad a la glucosa, influir en los niveles de serotonina que condicionan el apetito, así como su rol en la oxidación de las grasas el jengibre parece un aliado en los procesos de adelgazamiento.

 

¿Cómo usar el jengibre? 

El jengibre puede incluirse en la dieta como condimento culinario, ya sea para elaborar arroces, guisos, purés, carnes o pescados, así como para elaborar deliciosos dulces como galletas, bizcochos, etc…

No obstante, ya sea porque sufrimos una dolencia crónica o porque acabamos de coger un resfriado, y queremos aprovecharnos al máximo de las cualidades medicinales de esta planta, deberíamos consumirlo de tal forma que la cantidad ingerida sea lo suficientemente elevada como para que tenga un efecto terapéutico sobre el organismo.

Algunas de las formas más comunes para tomar el jengibre con una finalidad terapéutica son: la decocción de jengibre o incluirlo como un ingrediente más en un puré de verduras o un batido de frutas y verduras.

1.      Té de jengibre.

Para elaborar un té de jengibre basta con cortar una rodaja de jengibre. Pelar la rodaja, cortarla en trozos pequeños y hervirla en agua durante 3 minutos. Después apagar el fuego y dejarlo reposar durante 10 minutos. Transcurrido ese tiempo colaremos el agua y le añadiremos miel y jugo de limón. Podemos consumirlo 3 veces al día, después de las principales comidas.

2.      Batido de frutas y verduras.

Otra manera de consumir el jengibre sería en un licuado. Si bien podemos moler únicamente el jengibre junto con agua, jugo de limón y miel y obtener así un potente jugo medicinal, también podemos improvisar otras recetas como licuado de jengibre con menta, manzana, apio y cualquier endulzante natural.

3.      Puré de verduras.

Por último, podemos realizar un puré de verduras con jengibre. Se pueden cocinar las verduras junto con el jengibre y una vez llegado el momento de triturar las verduras podemos retirar el jengibre o si nos agrada el sabor y somos capaces de soportar el picante podemos moler el jengibre junto con las verduras.

*En realidad no es necesario pelar el jengibre para cocinarlo: la piel también tiene propiedades terapéuticas y ayuda a eliminar Humedad del organismo (mucosidad, edema subcutáneo…).

 

¿Cuál es la dosis adecuada de jengibre?

Cuando hablamos del uso de jengibre fresco (ya sea en decocción, en un batido de frutas y verduras o en un puré), el rango de dosis adecuada para adultos es entre 3-10 gramos diarios, dependiendo de si estamos buscando una acción moderada (3 gramos) o fuerte (10 gramos). No obstante, debemos tener en cuenta ciertos matices:

·         Debemos usar una dosis elevada en pacientes con una enfermedad grave o aguda y con constitución física fuerte; y una dosis baja en caso de enfermedad leve o crónica, constitución física débil, mujeres embarazadas, ancianos y niños.

·         En niños entre 2 y 5 años la dosis recomendada es ¼ de la dosis para adultos (es decir, entre 1-3 gramos); mientras que en niños entre 6-14 años la dosis recomendada es ½ de la dosis recomendada para adultos (es decir, entre 2-5 gramos).

·         Las mujeres embarazadas pueden usar una dosis baja (1 gramo) a corto plazo para tratar las naúseas matutinas, aunque su uso se desaconseja a largo plazo, especialmente en estadíos avanzados del embarazo, ya que favorece el sangrado y las contracciones uterinas. Igualmente se desaconseja su uso durante la lactancia.

·         La dosis deberá ser moderada si usamos el jengibre en combinación con otras plantas que tengan un efecto similar. Especialmente con aquellas sustancias que estimulan el flujo sanguíneo y retardan la coagulación sanguínea como clavo, ajo, ginkgo biloba, ginseng, cúrcuma y angélica.

Atención, porque las dosis aquí recomendadas hacen referencia únicamente al jengibre fresco y no a otras formas de jengibre tales como jengibre seco, polvo de jengibre, aceite esencial, tintura u otros.

 

¿Quiénes no deben consumir el jengibre?

Los efectos secundarios del jengibre son raros cuando es usado según la dosis recomendada. Sin embargo, ciertas personas pueden experimentar ciertos efectos negativos de carácter suave tales como acidez, gases, náuseas, diarrea, eructos o malestar estomacal. Estos efectos colaterales suelen ser temporales y desaparecen una vez cesa la ingesta del jengibre.

Además de esto debemos tener en cuenta que el jengibre está contraindicado en los siguientes casos.

·         Personas con resfriado o gripe en estadíos avanzados que cursa con fiebre.

Personas con fiebre.

·         Personas con erupciones cutáneas crónicas.

·         Personas con úlcera gastroduodenal en período activo y/o inflamación intestinal.

·         Personas con cálculos biliares, ya que el jengibre promueve la producción de bilis.

·         Personas con trastornos de la coagulación: el jengibre estimula la circulación sanguínea así como evita la coagulación de la sangre. Por tanto, podría aumentar el riesgo de sangrado, especialmente si se está tomando anticoagulantes.

·         Personas que van a someterse a cirugía: debe evitarse el consumo de jengibre al menos 15 días antes de someterse a una operación por el riesgo de hemorragia.

·         Niños menores de 2 años.